Ahora bien, ¿cómo nos afectará todo esto y qué posibilidades tenemos de sacar provecho?

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Es fundamental entender que los gobiernos occidentales, ante la imposibilidad impuesta de emitir moneda o deuda, sólo pueden incrementar los impuestos; eso sí: se hará progresivamente y sin sobrepasar el límite de dolor que la sociedad tolere. La bajada de tipos de interés -necesaria para aliviar la carga de intereses de la deuda soberana- será inmediatamente compensada con subidas de impuestos para que la inflación no regrese a nuestras vidas.

Durante estos tres últimos años, hemos visto cómo eventos potencialmente catastróficos han sido ágilmente contrarrestados por las autoridades monetarias: la quiebra del Silicon Valley Bank, la crisis del gobierno de Theresa May en Reino Unido, el repunte de la prima de riesgo de Francia o la reciente subida de tipos del Banco de Japón pudieron, en otro momento, haber sido causa de una grave crisis. Aun así, el riesgo de que algo se rompa se irá incrementando hasta que un factor no previsto desencadene un evento de cisne negro. Por propia definición, es imposible de prever; y ni siquiera tenemos la certeza de que vaya a suceder en algún momento.

Warren Buffet está acumulando efectivo como nunca antes lo había hecho: 250.000 millones de dólares esperando el momento adecuado para cazar gangas. Como en todas las crisis, quienes guarden liquidez serán capaces de comprar barato cuando todos los mercados caigan. Además, el crédito necesario para reactivar la economía fluirá en primer lugar hacia quienes tengan una posición financiera sólida, permitiendo apalancarse para multiplicar los beneficios.

En la situación previsible de exceso liquidez para 2025 ó 2026, el dinero fluirá hacia aquellos sectores y países que ofrezcan grandes rentabilidades y riesgos: Argentina, lujo europeo y Nasdaq. De hecho, este último ya está fuertemente correlacionado con las posibilidades de victoria de Donald Trump.

Consejo, conocimiento y guía durante todo el camino es todo lo que necesitas para lograr tu libertad financiera. Si quieres descubrir cómo, agenda tu primera cita.